El legado oscuro de Fujimori entre la corrupción, el control mediático y las esterilizaciones forzadas – Félix Rojas Orellana

El legado oscuro de Fujimori entre la corrupción, el control mediático y las esterilizaciones forzadas

Félix Rojas Orellana

Antropólogo UNSCH

El gobierno de Alberto Fujimori en Perú (1990-2000) dejó un legado profundamente controvertido, marcado por una combinación de autoritarismo, corrupción, y violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Aunque, logró algunos avances notables, como la estabilización económica y la derrota de Sendero Luminoso, su gestión estuvo teñida por actos de represión, corrupción y abusos que aún resuenan en la sociedad peruana.

  1. Control del Estado y Medios de Comunicación

Una de las características más notorias del gobierno de Fujimori fue el control autoritario del aparato estatal. En 1992, Fujimori cerró el Congreso en un «autogolpe» y reestructuró el sistema judicial, lo que le permitió gobernar prácticamente sin contrapesos. Esto allanó el camino para una serie de abusos de poder y corrupción. En particular, junto con su asesor Vladimiro Montesinos, se dedicó a sobornar políticos, jueces, y medios de comunicación para mantener el control total del país. Esta manipulación mediática fue esencial para consolidar su poder, ya que permitió que su imagen pública permaneciera intacta mientras las violaciones de derechos humanos y la corrupción se mantenían ocultas.

  1. Corrupción Sistémica

El gobierno de Fujimori fue uno de los más corruptos de la historia de Perú (Quiroz, 2013). Montesinos, su principal operador, supervisaba una red de sobornos que comprometía prácticamente a todas las instituciones estatales, desde la política hasta el poder judicial y los medios de comunicación. Esto sentó las bases de un sistema que perduró mucho más allá de su mandato y sigue afectando a la política peruana actual.

  1. Esterilizaciones Forzadas

Uno de los crímenes más atroces que caracterizaron al gobierno de Fujimori fueron las esterilizaciones forzadas. Bajo la excusa de una política de planificación familiar para combatir la pobreza, miles de mujeres, en su mayoría indígenas y campesinas, fueron sometidas a esterilizaciones sin su consentimiento. Este programa fue una violación flagrante de los derechos reproductivos y estuvo impregnado de racismo y discriminación hacia las comunidades más vulnerables de Perú. Las víctimas aún claman justicia y reparación, ya que no ha habido un reconocimiento suficiente de este crimen en términos judiciales ni en términos de responsabilidad política (Ballón, 2014).

  1. Violaciones a los Derechos Humanos

El régimen de Fujimori fue responsable de numerosas violaciones a los derechos humanos. Durante su gobierno, se cometieron ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, y actos de tortura. Fujimori fue finalmente juzgado y condenado por crímenes de lesa humanidad en 2009, específicamente por su responsabilidad en las masacres de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), en las que murieron estudiantes y profesores que fueron acusados de colaborar con insurgentes de Sendero Luminoso (CVR, 2003).

  1. Impacto en las Instituciones y Sociedad

El legado de Fujimori no solo dejó heridas profundas en las víctimas de violaciones de derechos humanos, sino que también desarticuló las instituciones democráticas de Perú. La corrupción, el uso del aparato estatal como «caja chica» para intereses personales y la manipulación de los medios han generado un ambiente de desconfianza hacia el sistema político, que aún se siente hoy en día.

  1. Falta de Arrepentimiento y Reparación

A pesar de haber sido condenado por crímenes de lesa humanidad y por corrupción, Fujimori no ha pedido perdón a las víctimas ni ha cumplido con la reparación civil establecida por la justicia peruana. Su negativa a reconocer su responsabilidad y la continua influencia de su hija, Keiko Fujimori, en la política peruana, han impedido un cierre completo para las víctimas y la sociedad peruana en su conjunto.

A manera de conclusión

El legado de Alberto Fujimori es una mezcla de éxitos económicos y una profunda degradación de los valores democráticos y humanos. Su gobierno es un recordatorio sombrío de cómo el poder absoluto, sin controles efectivos, puede llevar a la corrupción sistémica y a violaciones atroces de los derechos humanos. Perú aún se enfrenta al desafío de superar este legado y sanar las heridas que dejó su régimen autoritario.

Bibliografía

Ballón, A. (2014). Memorias del caso peruano de Esterilización Forzada. . Lima: Biblioteca Nacional del Perú.

Quiroz, A. W. (2013). Historia de la corrupción en el Perú. Lima: IEP – IDL.

CVR. (2003). INFORME FINAL. Lima: CVR.