Tatuajes en la memoria – Gabriel Gómez Tineo

Tatuajes en la memoria

Gabriel Gómez Tineo 

Antropolgo UNSCH y Educador UNMSM

Tatuajes en la memoria, es una película que retrata la vida polifacética de Lurgio Gavilán durante el conflicto armado interno.

Aquí algunos apuntes sobre mis apreciaciones de la película “Tatuajes en la Memoria”, basado en el libro “Memorias de un Soldado Desconocido” (1) de autoría del gran antropólogo Lurgio Gavilán Sánchez.

Tatuajes en la memoria es un título muy intenso y significativo seguramente para muchos peruanos que les tocó grabar en su memoria los hechos más crueles y sanguinarios que dejó la guerra interna.

Sin duda, el cine juega un papel muy importante en las memorias de miles de peruanos, seguramente muchos aproximan al conocimiento del Conflicto Armado Interno (1980-2000) a través de las tantas películas que se han hecho en los últimos años. Por lo tanto, el cine desde mi juicio, tiene una enorme responsabilidad en la construcción de la memoria; esa memoria que tanta falta nos hace para construir un país reconciliado. En la película “Tatuajes en la Memoria” bajo el guión de Mario Vargas Llosa y dirigido por el cineasta Luis Llosa, tiene omisiones, no sé si deliberado o ingenuo. Pero me parece injusto y no leal con la verdad de los hechos que no se muestre militares cometiendo ejecuciones extrajudiciales y desapariciones a pobladores campesinas, porque esa era el modus operandi en esos tiempos (la Comisión de la Verdad y Reconciliación [2] estima que por lo menos el 30% del total de víctimas corresponden a las fuerzas del orden). Y la provincia de Huanta es una de las más afectadas donde se cometieron una serie de atrocidades (solo recordar el caso Putis, Accomarca y tantos otros casos). Debo reconocer que, si es muy importante el papel del comandante Shogún quien se mostró muy humano y justo en la película, quien dio la oportunidad de vivir e insertarse a la ciudadanía a Lurgio; pero eso no era la regla, pudo haber sido una excepción muy rara. En la Película lo muestran un tanto magnificado su humanidad, no sé si deliberado o ingenuo. Hasta ahora no vi las críticas del sector más conservador y negacionista de este país, que en su momento lapidaron la película “La Piel más Temida” de Joel Calero, acusándolo de romantizar a Sendero Luminoso. En la misma lógica, “Tatuajes en la Memoria” sería una idealización de los militares. De hecho, en la película hay escenas donde los militares torturan y violan a mujeres senderistas, hasta podría entenderse como acto de ajusticiamiento por ser “terruco o terruca”, cuando debieron apresarlos y ponerlos a disposición de la justicia.

En un contexto de mucha polarización y estigmatización bajo la etiqueta del terruqueo sobre todo a peruanos del sur de país, es muy peligroso que las narrativas se construyan en lógicas de post verdad, y la película “Tatuajes de la Memoria” desde mi juicio contribuye a esa narrativa no tan objetiva y leal a los hechos, desde la omisión.

Me atrevería a especular que la gente que conoce muy poco sobre el Conflicto Armado Interno, luego de ver la película, sale con la idea de que los militares fueron muy justos, cuando la realidad era totalmente diferente. No sé si es intencional o mera coincidencia que la película esté en muchas salas de cines del país justo cuando aprobaron hace unas semanas la Ley 32107 que prescribe los delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra de 1980 al 2002, para militares. De hecho, hay cientos de militares que afrontan investigaciones y juicios por cometer atrocidades contra campesinos, sobre todo en Ayacucho.

Uno de los pilares de la justicia transicional justamente tiene que ver con la justicia y la garantía de no repetición, pero con narrativas de post verdad y negacionismo seguiremos estigmatizándonos y terruqueándonos. Recuerden que José Saramago decía: “Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia.”

Y finalmente, como muchos señalan, “un pueblo que olvida su pasado, esta condenado a repertirlo” y como tal es responsabilidad del Estado garantizar que las memorias sean leales y objetivas con los hechos. De la misma forma, si queremos informarnos de lo que fue el pasado reciente del Conflicto Armado Interno a través del cine, no seamos ingenuos.

Referencias:

(1) Gavilán, L. (2012). Memorias de un soldado desconocido. Autoetnografía y antropología de la violencia. Lima, IEP.

(2) Comisión de la Verdad y Reconciliación – CVR (2003). Informe Final. IX tomos. Lima, CVR.